lunes, 29 de octubre de 2012

Poemas del Milenio XLVII























LA FUENTE
Rubén Darío (1867-1916) 

Joven, te ofrezco el don de esta copa de plata
para que un día puedas colmar la sed ardiente,
la sed que con su fuego más que la muerte mata.
Mas debes abrevarte tan sólo en una fuente,

Otra agua que la suya tendrá que serte ingrata;
busca su oculto origen en la gruta viviente
donde la interna música de su cristal desata,
junto al árbol que llora y la roca que siente.

Guíete el misterioso eco de su murmullo;
asciende por los riscos ásperos del orgullo;
baja por la constancia y desciende al abismo

cuya entrada sombría guardan siete panteras:
son los Siete Pecados las siete bestias fieras.
Llena la copa y bebe: la fuente está en ti mismo


(de Prosas profanas, 1896-1901)

Ilustración: The Baroque Bohemian Cat's Tarot, written and dessigned by Karen Mahony, Alexandr Ukolov, baba studio. 

viernes, 26 de octubre de 2012

Ausencias




















"Es inevitable, el ser humano se va haciendo un ser melancólico, porque a pesar de lo que tenga sentirá la ausencia de lo que ha perdido."

jueves, 25 de octubre de 2012

El placer de leer


...es como si al leer no avanzaramos sobre el libro sino sobre nosotros mismos(Wolfgang Iser)

“Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro” (Emily Dickinson)

“La lectura de un buen libro es un diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta” (André Maurois)


Tomé un curso de lectura rápida y fui capaz de leerme "Guerra y paz" en veinte minutos. Creo que decía algo de Rusia
(Woody Allen)

Leer demasiados libros es peligroso
(Mao Tse-Tung)

La lectura es para mí algo así como la barandilla en los balcones
(Nuria Espert)

Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído
(Jorge Luis Borges)

Dibujo: Robert Crumb

martes, 23 de octubre de 2012

Con pocas palabras
























Primero tintinearon los vasos,
luego nosotros, a dos voces,
pero nada se hizo añicos.

Fuertes golpes (Günter Grass)

lunes, 22 de octubre de 2012

Momentos congelados



"Gregory Crewdson es un fotógrafo estadounidense que se ha ganado a pulso un puesto de honor entre los grandes de la historia reciente de la fotografía debido a la impresionante calidad de sus trabajos.



Este gran profesional, es famoso por sus fotografías surrealistas sobre los suburbios de Estados Unidos. Escenas ficticias que él diseña concienzudamente – con todo lujo de detalles – para construir visualmente la sensación que está en su cabeza, lo que el llama momentos congelados, habitualmente inquietantes y que nos recuerdan a las películas clásicas de terror, gracias a una estética profundamente cinematográfica.



En palabras del propio Crewdson, dice haber estado siempre fascinado por la condición poética del crepúsculo y su poder de convertir lo ordinario en algo mágico y sobrenatural, algo que se evidencia en todas y cada una de sus fotografías, que se caracterizan por esas luces frías tan propias del anochecer combinadas con la luz artificial de vehículos, farolas, viviendas… y añadiendo toda clase de elementos recreados como la niebla o la lluvia.



No sé si podemos llamarle fotógrafo o sería más acertado llamarle director de fotografía, puesto que trabaja a una escala que a muchos no nos deja de asombrar y actúa de una manera más parecida a un director en el cine y no tiene que preocuparse por la cámara o cualquier otro detalle en particular sino “simplemente” de que todo esté exactamente como él lo ha imaginado, ayudado por sus colaboradores. De hecho, habitualmente ni siquiera dispara él la foto, sino que suele hacerlo otro fotógrafo, como Daniel Karp.



Cámara de gran formato, iluminación como la que emplearíamos en una superproducción de Hollywood, todo un completísimo equipo de profesionales que ya les gustaría a muchos cineastas en sus rodajes, modelos o mejor dicho actores estáticos, muchísima preparación previa y sobre todo horas y horas de trabajo montando cada detalle de la escena. Todo un ejercicio de producción con recursos casi ilimitados y un despliegue de medios impresionante para una única fotografía, que nos puede llegar a parecer una locura, pero así trabaja este profesional de la imagen que aprovecha al máximo esos recursos y los traduce en la perfección de sus fotografías finales.



A algunos incluso no les llamará especialmente la atención, pues en Flickr nos solemos encontrar con muchísimos trabajos de este estilo, pero… ¿dónde está la diferencia? Bueno, principalmente en que Crewdson consigue todos los “retoques” que quiere en toma – que para algo contrata a todo un equipo más propio del mundo del cine y dispara en placas – y no en Photoshop como hace mucha gente en la actualidad.



A pesar de tener, por supuesto, una técnica impecable –sólo faltaría que no fuese así con la de medios que utiliza– lo que más impresiona de Gregory Crewdson es el tremendo significado y las potentísimas sensaciones que expresan sus trabajos, al conseguir condensar toda una historia en uno solo de esos momentos congelados haciendo volar nuestra imaginación."



En el Palau Robert de Barcelona, puede verse una muestra de su obra dentro de la exposición "The New York Times Magazine. Fotografías", del 28 de septiembre al 2 de diciembre de 2012. 



Fuente: xatakafoto
 


















viernes, 19 de octubre de 2012

El Mar de John Banville V



«Con qué ferocidad sopla hoy el viento, golpeando con sus grandes puños suaves e inútiles los cristales de las ventanas. Es la clase de tiempo otoñal, tempestuoso y despejado, que siempre me ha encantado.»

John Banville
Fragmento de El Mar (The Sea, 2005)

jueves, 18 de octubre de 2012

Poemas del Milenio XLVI


























OLGA OROZCO
Olga Orozco (1920-1999)

Yo, Olga Orozco, desde tu corazón digo a todos que muero.
Amé la soledad, la heroica perduración de toda fe,
el ocio donde crecen animales extraños y plantas fabulosas,
la sombra de un gran tiempo que pasó entre misterios y entre alucinaciones,
y también el pequeño temblor de las bujías en el anochecer.
Mi historia está en mis manos y en las manos con que otros las tatuaron.
De mi estadía quedan las magias y los ritos,
unas fechas gastadas por el soplo de un despiadado amor,
la humareda distante de la casa donde nunca estuvimos,
y unos gestos dispersos entre los gestos de otros que no me conocieron.
Lo demás aún se cumple en el olvido,
aún labra la desdicha en el rostro de aquella que se buscaba en mí
igual que en un espejo de sonrientes praderas,
y a la que tú verás extrañamente ajena:
mi propia aparecida condenada a mi forma de este mundo.
Ella hubiera querido guardarme en el desdén o en el orgullo,
en un último instante fulmíneo como un rayo,
no en el tumulto incierto donde alzo todavía la voz ronca y llorada
entre los remolinos de tu corazón.
No. Esta muerte no tiene descanso ni grandeza.
No puedo estar mirándola por primera vez durante tanto tiempo.
Pero debo seguir muriendo hasta tu muerte
porque soy tu testigo ante una ley más honda y más oscura
que los cambiantes sueños, allá, donde escribimos la sentencia:
"Ellos han muerto ya.
Se habían elegido por castigo y perdón, por cielo y por infierno.
Son ahora una mancha de humedad en las paredes del primer aposento".

(de Las muertes, 1952) 

Pintura: Leonor Fini

miércoles, 17 de octubre de 2012

Belvedere



La bebida es algo extraño. Cuando miro hacia atrás y pienso en ello, veo que todas las decisiones importantes las hemos tomado mientras bebíamos. Hasta cuando hablábamos de la necesidad de beber menos: nos sentábamos en la mesa de la cocina o en la de picnic de afuera con un cartón de seis latas o una botella de whisky. Cuando pensábamos instalarnos aquí, estuvimos un par de noches bebiendo mientras sopesábamos los pros y los contras.
Sirvo lo que queda de Teacher’s en los vasos y pongo cubitos de hielo y unos chorritos de agua.
Holly se levanta del sofá y se echa en la cama.
Pregunta:
—¿Lo has hecho con ella en esta cama?
No tengo nada que decir. Dentro de mí noto que no tengo palabras. Le alargo el vaso y me siento en la silla. Apuro mi copa y pienso que ya nunca será lo mismo.
—¿Duane?
—¿Holly?
Mi corazón late más despacio. Espero.
Holly era mi verdadero amor.


Raymond Carver
Belvedere (fragmento)

Leer el cuento completo aquí: Espacios en blanco

Pintura: Edward Hooper 

martes, 16 de octubre de 2012

Los dioses del glamour



John Kobal fue uno de los grandes historiadores del cine y uno de los mayores coleccionistas de fotografías de Hollywood. Se le atribuye esencialmente "redescubrir" a los grandes fotógrafos de estudio -George Hurrell, Laszlo Willinger, Clarence Sinclair Bull, Ted Allan, entre otros- que fueron empleados por los estudios de cine para crear miles de retratos glamourosos, de las estrellas más famosas y fascinantes de la época dorada del cine norteamericano. En la década de 1970 y 1980, Kobal se dedicó a producir nuevas copias de los negativos originales de estos artistas olvidados, para presentarlas en exposiciones en los grandes museos del mundo. Estas impresiones, junto con las copias originales, forman el núcleo de la Fundación John Kobal.































Fotografías de: Ted Allan, Ernest Bachrach, Clarence Sinclair Bull, John Engstead, Leo Fuchs, George Hurrell, Dennis Stock, Scotty Welbourne, Laszlo Willinger

Fuente: John Kobal Foundation